El calibre americano y sus efectos en las conexiones directas de cables

A la hora de diseñar y mantener una red de fibra óptica es fundamental conocer las distintas características y propiedades de los equipos de red óptica. A la hora de seleccionar el equipo adecuado para un proyecto concreto, es importante tener en cuenta todas las opciones posibles. Por ejemplo, seleccionar los cables adecuados para las redes ópticas no es el mismo proceso para los cables de cobre y los cables ópticos. Esto se debe a sus diferentes procesos de fabricación, su funcionamiento y sus características.

El American Wire Gauge o AWG representa un parámetro extremadamente importante a la hora de elegir los cables Direct Attach correctos. El American Wire Gauge es un método estándar para denotar la capacidad de conducción eléctrica redonda y sólida de un cable. Su uso comenzó en 1857 y se utilizó principalmente en los Estados Unidos y más tarde, con el paso de los años, el resto del mundo comenzó a utilizarlo. Para que quede más claro, cuanto mayor es el número AWG, menor es el diámetro del cable y más fino es el alambre que contiene. Esto es muy importante saberlo, teniendo en cuenta que los cables más gruesos tienen una mayor capacidad para transmitir una mayor cantidad de corriente a mayores distancias acompañada de unas pérdidas mínimas. Generalmente, el tamaño AWG más pequeño es 40 AWG y el más grande es 0000 o (4/0) AWG. Los distintos tamaños AWG y cada una de sus propiedades se muestran en la tabla de tamaños y propiedades AWG aceptados en todo el mundo:

Aunque existen tantos tamaños AWG diferentes dentro de la norma AWG, no todos ellos se utilizan en aplicaciones prácticas. Desde el punto de vista de las redes informáticas, los tamaños AWG más utilizados son:

• 18 y 20 AWG - cables coaxiales utilizados principalmente para CATV
• 24 AWG - Cables de categoría 5, 5e y 6 utilizados principalmente para redes de área local y Ethernet
• 24, 26, 28 y 30 AWG - Cables de conexión directa utilizados principalmente en entornos de centros de datos e interconexiones

Los cables de conexión directa utilizados principalmente en centros de datos son una forma de cables de alta velocidad con transceptores incorporados en cada extremo del cable. Estos cables son muy populares en todo el mundo, sobre todo por la diferencia de precio con respecto a los transceptores normales. Existen dos tipos de cables de conexión directa: activos y pasivos. Aunque algunos lo discutan, no hay un peso y aspecto particulares entre los dos tipos. La diferencia clave entre los DAC activos y pasivos es la integración de un chip de control en los cables de conexión directa activos. Otra diferencia es su clasificación AWG. Por ejemplo, los cables de conexión directa activos suelen tener una clasificación AWG inferior a la de los cables de conexión directa pasivos, lo que significa que, por ejemplo, el DAC 30 es más fino que el DAC 24 y, por tanto, más conveniente para su despliegue a mayores distancias. Un calibre AWG inferior también garantiza un mayor apantallamiento electromagnético. Al elegir los DAC, cuanto mayor sea la distancia, menor debe ser el valor AWG.

Los cables de conexión directa son más baratos que los ópticos normales porque llevan conectores transceptores en cada extremo. Estos transceptores se utilizan sólo para transmitir la luz óptica y no tienen componentes ópticos normales en su interior. Por lo tanto, ofrecen una solución económica para conexiones de corto alcance.